Nací en Necochea, Provincia de Buenos Aires el 29 de noviembre de 1955. Vengo de una familia que le gusta el arte, así mi madre intentó que aprendiera piano, pero su deseo no prosperó. Sin embargo, admiré a una tía que pintaba óleos. Creo que esa fue mi primera inspiración.
Así a los 9 años gané mi primer premio haciendo caballos de memoria, pero de una manera abstracta. A mis 13 años gané mi segundo premio.
Nací en Necochea, Provincia de Buenos Aires el 29 de noviembre de 1955. Vengo de una familia que le gusta el arte, así mi madre intentó que aprendiera piano, pero su deseo no prosperó. Sin embargo, admiré a una tía que pintaba óleos. Creo que esa fue mi primera inspiración.
Así a los 9 años gané mi primer premio haciendo caballos de memoria, pero de una manera abstracta. A mis 13 años gané mi segundo premio.
Empecé a estudiar en Bellas Artes y me encantaba salir, hacer pintura al exterior, pintar al aire libre; de allí aprendí perspectivas, profundidad, colores, etc. En interior pintábamos modelos no vivos, por la época, pero sí pintábamos muchos bustos, como el de Mozart, etc.
Estudié mucho a Kandinsky y estudié dibujo técnico en la Universidad de Mar del Plata.
La escultura no me atraía, lo mío era el dibujo y la pintura.
Ávida de conocer más y más sobre lo artístico hice cursos en Mar del Plata en la Escuela de Artes Visuales Martín A. Malharro, en el complejo San Martín de Buenos Aires, asistí al encuentro de la Bienal de Sao Pablo, etc.
Estudié 9 años en Bellas Artes y me recibí de Maestra Jardinera, Maestra Normal Superior y Dibujo Técnico.
Me encanta dar clases y tuve oportunidad de ejercer como profesora en instituciones educativas y en lo privado para niños y adultos.
Pinté todo: acuarelas, óleo, acrílico, tinta china, pero el vidrio fue el gran desafío de mi vida
Lo que me gusta de ese material se explica con una frase que dice «el hombre propone y el horno dispone» (nunca se sabe lo que puede salir).
Sostengo que en las distintas artes se repiten los mismos patrones; armonía, ritmo, equilibrio, etc. y que es la obligación de uno enseñar lo que sabe porque al final es lo único que queda.
Me encanta el impresionismo y lo rupestre; estos últimos porque fueron los primeros que hicieron algo con la impronta. Me gusta viajar, me gusta conocer museos.
Lo que me gusta de ese material se explica con una frase que dice «el hombre propone y el horno dispone» (nunca se sabe lo que puede salir).
Sostengo que en las distintas artes se repiten los mismos patrones; armonía, ritmo, equilibrio, etc. y que es la obligación de uno enseñar lo que sabe porque al final es lo único que queda.
Me encanta el impresionismo y lo rupestre; estos últimos porque fueron los primeros que hicieron algo con la impronta. Me gusta viajar, me gusta conocer museos.
